domingo, 5 de julio de 2015

CHACHA WARMI, MAS ALLÁ DE SOLO LA IDEOLOGÍA

El concepto de “chacha-warmi” intenta reflejar la complementariedad que debe existir entre el hombre y la muer en toda forma de convivencia en toda la comunidad y en el ámbito familiar. Para ello, tanto hombre y mujer deben situarse en el mismo plano, sin supremacía del uno sobre el otro y en una relación de armónica, en la cual cada uno está consiente de la importancia  del rol que juega el otro, para luchar y alcanzar un objetivo común.
La mujer deja de tener ese papel domestico en la cual predomina su rol de mujer, esposa y madre, para situarse en un escenario mucho mas amplio al interior de su comunidad, haciendo escuchar su voz y participación en la toma de decisiones, dejando de ser sólo un eslabon de la cadena productiva y función reproductora.

Por tanto, la se debe considerar una redistribución económica, en la cual la mujer obtenga sus propios ingresos económicos, que le permitan defenderse en situaciones adversas. En nuestro medio, la dependencia económica es justamente el inicio de la desigualdad y explotación de la mujer, que la conduce a un sometimiento por parte del varón e incluso a soportar situaciones de violencia domestica, porque no tiene como mantenerse o mantener a sus hijos cuando éstos existen.

El otro tema para una democratización de género real y concreta, radica en la necesidad de capacitación de la mujer en todos los ámbitos, para evitar comentarios como “cállate sonsa”, “tú que sabes”, tan comunes en nuestro medio. Descartan de una vez por todas, el rol de la “pareja conyugal”, en la cual la mujer se circunscribe a la crianza de los hijos y tenencia de la casa y el varón a proveer los recursos para la administración de la casa, lo que lo coloca en una situación privilegiada.

Se debe empoderar a las mujeres a través de capacitaciones que le permita ocupar cualquier cargo ya sea a nivel dirigencial, de liderazgo, concejalías, etc., mejorando su autoestima y brindándoles los elementos necesarios para un buen desenvolvimiento. De igual forma, se debe asegurar una independencia económica de las mujeres. Finalmente se debe dictar leyes y normas que aseguren el respeto a los derechos de la mujer, velando por su cumplimiento.

BIBLIOGRAFIA

Farah, I. y Sánchez, C. (2008). Perfil de género Bolivia. La Paz, Bolivia: Plural editores CIDES – UMSA

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